Bodega K5
Un txakoli con sabores de la tierra
Un proyecto que nace en una cena de amigos
Karlos Arguiñano, junto a 5 amigos, están detrás de la Bodega K5. El cocinero elaboraba su propio txakoli para compartirlo con sus amigos y familia y juntos, en una cena un viernes noche, decidieron convertir ese vino en un proyecto. En 2010 cumplieron ese sueño, creando un txakoli con producto local que lo posicionó como uno de los mejores vinos del mundo.
La clave está en la tierra y el proceso
La Bodega K5 trabaja con una uva local que, junto con el clima atlántico, la cercanía al mar y los minerales del suelo, permiten que adopte unos matices únicos. Además del clima y el terreno, el periodo de conservación también es clave en el sabor. Una vez el txakoli se embotella, se conserva durante once meses en depósitos de acero sobre lías, ayudando a suavizar la acidez que caracteriza al txakoli.
Descubre los txakolis de la bodega K5
También te puede interesar